Este año lo empezamos con nuevas lecturas y Papaki y yo hemos comenzado a leer a S de Sinosuke textos rimados. A la vuelta de vacaciones nos estaba esperando en el buzón el paquete de Boolino con el libro perfecto para iniciarnos: Poemas para todo el año, de editorial Oxford University Press, con texto de Carmen Gil e ilustración de Mónica Carretero.
¿Por qué nos ha gustado este libro?
Aunque S de Sinosuke tiene sólo 9 meses y este libro es para mayores de 3 años, nos encanta leérselo y mostrarle las ilustraciones. Él se queda absorto por lo menos por lo menos, lo que dura un cuento. 😉 Sí, es verdad, seguro que funciona mejor con niños un poco más mayores que pueden comprender y repetir el texto, pero como son poemas cortos de versos musicales, los más pequeños los entienden como un juego y lo disfrutan.
Poemas para todo el año es un viaje que va de Septiembre a Agosto, pero que permite incorporarte en cualquier momento (nosotros hemos empezado en Enero, claro). Con cuatro poemas por mes cuenta de manera divertida las características de cada estación, el significado de algunas celebraciones y fechas señaladas (el día de la Paz, Navidad, Carnaval, el día de la Mujer…) y algunas de nuestras costumbres. Las ilustraciones que los acompañan permiten observarlas y descubrir en ellas pequeños detalles sorprendentes. Resulta una buena ayuda para tratar el paso del tiempo y la comprensión del calendario.
Desde que lo vi me pareció un complemento ideal para el collar del año. Para quienes no lo conocéis, el collar del año es un material Montessori desarrollado específicamente para integrar desde lo concreto el concepto de paso del tiempo. Tengo pendiente escribir un post largo sobre este material dedicado a los mecenas que solicitasteis uno en la campaña de crowdfunding de la Casa Nido, pero de momento resumidamente os cuento que es un collar que está formado por 365 cuentas, una por día, cada mes tiene un color, cada estación está separada por un lazo, y permite al niño situarse buscando la cuenta que corresponde al día en el que está y la del día por el que se pregunta (su cumpleaños, las vacaciones, Navidad…), por ejemplo. La disposición habitual de los calendarios, en cuadrículas, no ayuda a integrar el ciclo de las estaciones ni el paso del tiempo en el niño, pero con este material lo viven de manera muy clara.
Combinando el collar del año con Poemas para todo el año, pueden leerse los poemas específicos de los cambios de estación en el día marcado, buscar el día de hoy y comprobar si en el libro hay algún poema para ese día… Las rimas son realmente divertidas, y otra cosa que me encanta es que tanto en las ilustraciones como en el texto se hace referencia a objetos muy concretos propios de cada estación y que se encuentran en el entorno cotidiano del niño, así que pueden dar pie a otras actividades. Al final de cada mes el libro presenta un calendario donde pueden verse todos los días de ese mes presentados en forma de cuadrícula. Ya he dicho que no me parece lo mejor para acercarse al concepto de paso del tiempo pero, puede usarse superponiendo un hilo que los una todos como en el collar, para ir asociando el concepto concreto con su representación abstracta. Cada día es un cuadrado blanco, así que sobre cada uno puede colocarse un objeto representativo de lo que les ha pasado o va a pasar ese día… Creo que de esta combinación pueden surgir muchísimas actividades.
¿Cómo leer el libro?
Cuando los niños aún no leen por sí mismos la lectura pasa por nosotros. El hábito de lectura se adquiere durante los tres primeros años de vida, esto es, antes de aprender a leer. ¿Cómo? Con el ejemplo. Es importante que los niños puedan vernos leer y disfrutando con ello, pero sobre todo, que les leamos, y que lo hagamos de manera que lo disfruten pero también que entiendan en qué consiste leer realmente. Si llegan a los seis años sin habernos visto leer un libro, les va a costar muchísimo desarrollar gusto por la lectura.
Nosotros cuando elegimos un libro para leer normalmente lo escogemos porque nos gusta el autor, la editorial, o el tema que trata. Puede que lo leamos por recomendación o por simple casualidad, pero siempre vamos a tener estos datos, porque un libro siempre lo ha escrito alguien, si es ilustrado también hay un autor para las ilustraciones, y una editorial que lo publica. Así nos acercamos a la lectura como adultos y así deberíamos empezar siempre una lectura a los niños: leyendo el título, autor, ilustrador y editorial. En este caso diríamos mostrando la portada: «Poemas para todo el año, un poemario de Carmen Gil con ilustraciones de Mónica Carretero. Editorial Oxford University Press». Y pasaríamos al poema que vayamos a leer ese día, leyendo primero el título. ¿Y qué pasa si el libro no tiene autor ni editorial? Es una pista bastante clara de que no es un libro. Seguramente es un juguete maravilloso con forma de libro, pero no un libro. Si es de tela, plástico o cartón muy gordo, se puede meter a la bañera o la lavadora, y además no tiene autor ni editorial, no cabe duda, no es libro. No pasa nada, es un buen juguete, seguramente permitirá al niño experimentar distintas texturas y pasar bueno ratos, pero no desarrollar la psicomotricidad fina para pasar una hoja de papel ni el cuidado que requiere manejar un libro para no estropearlo. Esos juguetes no le enseñan a tratar con mimo algo tan delicado como un libro, ni a comprender el ritual de calma y concentración que supone la lectura. Pero nos sirven para jugar a otras cosas y a mi me encantan. 😉
¿Conocías este libro? ¿Y el collar del año?
gitaneta 27 enero, 2016
Me encanta amiga! Me lo pido!